13:46 Hasta el momento ninguna persona ha  sido detenida por violar la Ley Para la Protección de la Salud de los no  Fumadores, que entró en vigor hace casi dos meses y pese a los puntos de vista  encontrados que generó su aprobación. Antes de su publicación en la Gaceta Oficial del Distrito Federal, se  aseguraba que la llamada "ley antitabaco" era inconstitucional, que atentaba  contra las libertades individuales e incluso que llevaría a la quiebra a  restaurantes y centros nocturnos.
 El 3 de abril pasado fue publicada la normativa, cuyo reglamento comenzaría a  aplicarse cuatro días después, y que desde su discusión hasta su aprobación  estuvo envuelta en polémica.
 El objetivo, según su Artículo 1, es "proteger la salud de la población de  los efectos nocivos por inhalar involuntariamente el humo de la combustión del  tabaco, en lo sucesivo humo de tabaco".
 De acuerdo con el Artículo 1 bis, una de las principales acciones para la  protección de la salud será el derecho de quienes no fuman a permanecer a salvo  del humo del tabaco en los espacios cerrados de acceso público.
 La prohibición entonces quedó plenamente expresada en el Artículo 10 fracción  primera: "en el Distrito Federal queda prohibida la práctica de fumar en todos  los espacios cerrados de acceso al público, oficinas, establecimientos  mercantiles, industrias y empresas, entre otros".
 La normativa establece además, en su capítulo de sanciones, que la policía  capitalina detendrá a quien no cumpla esa disposición y aplicará sanciones,  desde una multa hasta 36 horas de arresto inconmutable en caso de  reincidencia.
 Más duros aún son los castigos para los establecimientos que violen las  disposiciones de la ley, ya que además de pagar una elevada suma de dinero,  podría aplicársele una suspensión temporal del servicio o incluso la clausura  definitiva.
 Previo a su entrada en vigor, incluso las mismas autoridades dudaron de la  manera en que el reglamento de la ley podría aplicarse a cabalidad.
 Tal fue el caso del titular de la Secretaría de Seguridad Pública del  Distrito Federal (SSPDF) , Joel Ortega Cuevas, quien el 1 de abril expresaría  públicamente su inquietud.
 "Me parece que la mayor parte de nuestro estado de fuerza debería estar  atacando lo que corresponde con el crimen, y no estar buscando remitir a  fumadores de restaurantes. Sin embargo entendemos que esa responsabilidad nos  está exigiendo la Asamblea, aunque buscaremos no generar enconos en los  establecimientos", externó.
 Además de los ciudadanos, los empresarios restauranteros mostraron también  una creciente preocupación ante el temor de ser extorsionados tanto por policías  como por los propios comensales.
 "Todo mundo sabe que cuando las multas son altas la extorsión se fomenta, y  aquí se le ha dado alas a la corrupción y a la extorsión", comentó en entrevista  el ex diputado federal Marco Rascón, quien además es dueño de una cadena de  restaurantes.
 Esta misma preocupación fue compartido por los empresarios Tito Briz, Roberto  González, Mohammed Mazeh, Agustín Arroyo y Osvaldo Caldú, entre otros.
 Sin embargo, casi dos meses después, la llamada "ley antitabaco" opera a  plenitud y con normalidad, incluso en sitios donde tradicionalmente se fumaba en  grandes cantidades como bares y centros nocturnos.
 El reporte más reciente de la SSPDF al respecto señala que desde el 3 de  abril y hasta las 14:00 horas del 28 de mayo pasado, se recibieron 113 llamadas  relacionadas con el tema al número telefónico de emergencia 066.
 De esos telefonemas, 85 fueron de denuncias, aunque sólo en 22 casos fue  necesario que acudiera la policía al lugar, pues en el resto el infractor ya se  había ido.
 Cuando los uniformados se trasladaron al sitio, recomendaron o amonestaron  verbalmente a los infractores, quienes finalmente hicieron caso a la autoridad y  apagaron su cigarro o se fueron del lugar sin que fuera necesario  detenerlos.
 Uno de los casos más significativos ocurrió en el restaurante ubicado en el  número 2998 de División del Norte casi esquina con Avenida del Parque, colonia  Atlántida, delegación Coyoacán.
 En ese sitio, la encargada Susana González solicitó apoyo policiaco, pues uno  de sus comensales insistía en no dejar de fumar y se negaba a salir del  establecimiento, hasta que llegaron los elementos de la patrulla P-5714 quienes  por varios minutos exhortaron al infractor a retirarse, hasta que finalmente lo  hizo.
 Entre los sitios donde también acudió la policía para amonestar a algún  fumador se encuentra la sede de un sindicato nacional y el despacho de una  empresa constructora, pero sus nombres y domicilios no fueron precisados por la  autoridad.
 Hasta el momento no se han presentado denuncias contra alguna empresa,  oficina o restaurante en cuyas instalaciones no se pida respetar esa ley.
 Los ciudadanos, que en un principio mostraron sus dudas e inconformidades,  coinciden ahora en que el paso del tiempo ha permitido aceptar o al menos  hacerse a la idea de que hay lugares donde ya no se podrá consumir tabaco.
 "Al principio creíamos que no se iba a poder, pero ahora ya hasta costumbre  se nos hizo lo de salirnos para echarnos un tabaco, y dentro del antro ya hasta  ni intentas sacarlo", comentó Mauricio Valente, asiduo visitante de centros  nocturnos del sur de la ciudad.
 "Aquí hay terraza y ahora siempre como afuera. Para mí es necesario el  cigarro tras la comida, es un ritual", explicó Diódoro Herrera, quien frecuenta  un restaurante uruguayo de la Zona Rosa que cuenta con un espacio al aire libre  para fumadores.
 Pese a que el sentir generalizado de la sociedad es de aceptación, en algunos  casos se ha intentado evadir la normativa mediante el amparo de un juzgado  federal, pues según un reporte de la SSPDF dado a conocer el miércoles pasado,  son 120 los recursos de ese tipo tramitados formalmente, aunque ninguno ha  prosperado.
 El caso más reciente es el del Hotel Marriot en Polanco, cuyo amparo fue  inicialmente otorgado, pero se trató de un error procesal, pues la jueza se basó  en una normativa anterior, por lo que la suspensión provisional fue  revocada.
 De esta forma, al igual que en el resto de los establecimientos mercantiles  cerrados de la ciudad, los huéspedes de ese hotel no pueden fumar. En el mejor  de los casos, sólo pueden comprar cigarrillos en el interior, más no  consumirlos.
 No obstante, fuentes de la Consejería Jurídica del gobierno capitalino y de  la SSPDF consideraron que esa "ofensiva jurídica" continuará, pues en breve  empresas como Sanborns, Liverpool y el consorcio de apuestas Caliente podrían  solicitar amparos.
 Empero, el panorama parece ser óptimo para la normativa se afiance más entre  la población de la ciudad de México.
 La SSPDF destalló que más de 60 por ciento de las denuncias por violación a  la norma se formularon en las primeras cuatro semanas, mientras que el segundo  mes el descenso ha sido considerable, lo que refleja una "mayor disposición" de  los fumadores por acatar la ley.
 Queda pendiente, sin embargo, establecer los parámetros que permitan  determinar si su aplicación, que en breve podría extenderse nivel nacional, ha  beneficiado la salud de los mexicanos.